Proposición 139: Juntas podemos proteger los derechos humanos en Arizona

Originally published by AZ Central.
Karla Gonzales Garcia y Linnette Corrales Opinión

El acceso a servicios de salud es un derecho humano. La salud reproductiva, incluyendo el acceso al aborto, es una innegable parte de los servicios de salud. Hace más de dos años, la decisión de la Corte Suprema en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization quitó este derecho a los estadounidenses, resultando en una crisis en el país, incluyendo Arizona.

En las próximas elecciones tenemos la oportunidad de proteger el derecho al aborto en Arizona. ¿Cómo? Vote “SÍ” a la Proposición 139 de Arizona, también llamada la Ley de Acceso al Aborto de Arizona.

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Nosotros podemos luchar contra el movimiento antiderechos y cambiar la historia de Arizona. Este noviembre podemos votar por nuestra libertad, nuestra privacidad, y nuestra habilidad para ejercer nuestros derechos humanos sin la interferencia del gobierno. Muchos de nuestros familiares vinieron a este país para darnos una vida mejor. A través de nuestro voto, podemos continuar contribuyendo a nuestra libertad colectiva.

Todos los embarazos son diferentes, y hay muchas razones por las cuales algunos de nosotros necesitamos obtener un aborto. Como todas las decisiones de atención médica, la decisión de obtener un aborto es muy personal, y es por ello que debemos de proteger el derecho al aborto. Todas las personas embarazadas —sin importar quiénes sean, dónde vivan o cuáles sean sus circunstancias personales– deben poder acceder a servicios de salud, incluyendo el aborto, sin interferencia del gobierno. En otras palabras, ninguno de nosotros deberíamos tener el poder de tomar decisiones muy personales sobre otra persona. Más aún, el obligar a una persona a llevar un embarazo a término completo es una violación grave a los derechos humanos.

Nosotros hemos escuchado a muchas historias personales, algunos de los cuales se destacan en un informe reciente de Amnistía Internacional. Con las prohibiciones y restricciones al aborto, muchas personas embarazadas se ven obligadas a viajar fuera de su estado en el medio de una emergencia médica, otras, incluyendo menores de edad, después de haber sido violadas se han visto obligadas a tener un bebé en contra de su voluntad. La gente tiene miedo de buscar atención prenatal y los proveedores de servicios de salud tienen miedo de ayudar a sus pacientes por temor de ser arrestados.

Por ejemplo, después de enterarse de que su feto no era viable, a una mujer en Missouri se le negó un aborto en su estado. Una madre de tres hijos en Georgia no tenía los recursos para permitirse tener otro hijo y se vio obligada a viajar cientos de millas para obtener un aborto en otro estado. En Ohio, una persona fue acusada penalmente después de sufrir un aborto espontáneo. Una mujer de Texas, embarazada de gemelos, se enteró de que un feto tenía una condición mortal que amenazaba la viabilidad del otro feto. Esta persona se vio obligada a viajar fuera del estado para realizarse un aborto y salvar al feto viable. “Esta fue la experiencia más traumatizante de mi vida y empeoró mucho, innecesariamente, debido a estas leyes ilógicas y peligrosas”, explicó sobre su situación. Casos similares están pasando en todos los estados con éstas prohibiciones, incluyendo Arizona.

Estas historias nos muestran que este derecho no sólo se trata de la libertad, pero también, de tener acceso al aborto y, más ampliamente, acceso a la salud reproductiva. Se trata de salvar vidas. Las prohibiciones y restricciones al aborto son peligrosas para las personas embarazadas. También se trata de confianza. Cada circunstancia es diferente y única, y tenemos que confiar que cada persona está tomando la mejor decisión para sí misma.

Independientemente de lo que cada uno de nosotros sienta personalmente acerca del aborto, éstas decisiones son profundamente personales y deben dejarse en manos de los pacientes, no de los políticos. Votar “SÍ” en ésta iniciativa garantizará que las necesidades del paciente, no de los políticos, impulsen las decisiones médicas en Arizona.

l aborto es salud pública. El aborto salva vidas. El aborto es un derecho humano.

A su vez, esto va más allá del aborto. Se trata de la libertad de vivir nuestras vidas con nuestros derechos humanos intactos. Ni el gobierno ni nadie debería quitarnos nuestros derechos.

Al votar “SÍ” a la Proposición 139, honramos las decisiones de nuestras familias y protegemos el futuro de nuestra juventud, permitiéndoles vivir una vida de libertad y de seguridad. Por todo de esto y mucho más, esperamos que utilices tu voto para proteger este derecho humano.

Karla Gonzales Garcia, inmigrante latina de Iquitos, Perú, es una apasionada defensora y activista de la justicia social. Es directora de Género, Sexualidad e Identidad de Amnistía Internacional Estados Unidos.

Linnette Corrales, nacida en Yuma, Arizona, y criada en San Luis, Sonora, utiliza su voz abogando por aquellos a los que se les niega que su voz sea escuchada. Es consultante política para Arizona List.

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